Los tumores palpebrales son muy frecuentes y se localizan alrededor del párpado. En la mayoría de los casos los tumores palpebrales son benignos y se pueden tratar fácilmente sin dejar una cicatriz visible.
Aun así, también existen tumores malignos que pueden llegar a afectar a la región periocular, es decir, alrededor del ojo.
La aparición de estos tumores está relacionada con la exposición solar y suele aparecer a partir de los 40 años.
Hay ciertas características que permiten diferenciar a los tumores benignos de los tumores malignos, aunque en ocasiones no es posible.
Cuando las lesiones son pequeñas hay más posibilidades de poder distinguir unos de otros. Por eso, los especialistas recuerdan que ante una lesión en los párpados se debe realizar un diagnóstico temprano y una biopsia si fuera necesario.
El epitelioma basocelular, localizado en el párpado inferior, es uno de los tumores malignos más habituales y uno de los que más preocupan a los especialistas.
