La DCR convencional crea una nueva vía de drenaje para las lágrimas a través de una mínima incisión en la piel. La DCR láser es menos invasiva y se realiza a través de la nariz, sin cicatrices externas. Ambas técnicas tienen un alto porcentaje de éxito.
No, la blefaroplastia no cambia la forma natural de los ojos si se realiza con precisión. Nuestro enfoque es mantener la identidad facial del paciente, eliminando el exceso de piel y bolsas sin alterar la expresión ni la anatomía ocular.