Puede ocurrir en todas las personas pero el riesgo es mayor en personas con miopía o con degeneraciones periféricas de la retina. Se trata de una patología que se caracteriza por un desgarro en la retina, que sirve de puerta de entrada de agua desde el vítreo que diseca la retina separándola del epitelio pigmentario. Este desgarro se produce porque el vítreo se suelta y tira de la retina provocando una o varias roturas.
Desprendimiento de la Retina
Síntomas previos al Desprendimiento de Retina
Antes de la pérdida de visión el paciente podrá apreciar visión de moscas volantes, destellos luminosos, una cortina negra o distorsión de las imágenes. En todos los casos se debe acudir de forma inmediata al oftalmólogo.
La atención precoz
En el momento de producirse un desgarro de la retina el paciente no siente dolor, solo ve moscas volantes o destellos luminosos. En este momento se puede realizar un tratamiento preventivo con láser que evita el desprendimiento de retina.
El tratamiento del Desprendimiento de Retina
El tratamiento más habitual es la vitrectomía que consiste en eliminar la tracción que vítreo produce sobre la retina, colocar la retina en la posición original, aplicar láser o frío para soldar los bordes del desgarro y finalmente dejar aire o gas de forma transitoria.
Cuando no se utiliza la vitrectomía se puede colocar un cinturón de silicona alrededor del ojo para reducir la tracción sobre la retina. Ambas técnicas se pueden complementar aumentando el éxito.
¿Se puede tratar sin cirugía?
El Desprendimiento de Retina también se puede tratar sin cirugía mediante reposo absoluto (aunque suele ser poco efectivo) o con inyecciones dentro del ojo de una burbuja de gas que tapone el desgarro.
El resultado de los tratamientos es muy alto aunque el resultado visual no siempre es el que se tenía antes del desprendimiento, dependerá de la agudeza visual previa, del tiempo de evolución del desprendimiento y de la afectación de la mácula.