La miopía es un defecto de refracción que se caracteriza porque las imágenes no se enfocan delante de la retina si no por detrás. Esto produce una alteración del enfoque visual que impide ver los objetos que se encuentran a distancias lejanas.
El uso de los móviles o dispositivos electrónicos, el cambio en el estilo de vida o la falta de actividades al aire libre son algunas de las causas que llevan a un incremento del número de personas que padecen miopía en el mundo. De hecho se calcula que en 2050 unos cinco mil millones de personas padezcan miopía, por lo que se ha convertido en un problema de salud pública.
Diagnóstico de la miopía
La miopía se suele diagnosticar en la infancia cuando los niños manifiestan problemas para ver con claridad la pizarra en el colegio o deben acercarse mucho un libro para leer bien. Esto provoca dolores de cabeza o fatiga visual en los más pequeños.
Con el paso de los años la miopía va evolucionando y se necesitará utilizar gafas o lentillas para ver con frecuencia. Además, se debe revisar los cambios en la graduación para adaptar las gafas.
¿Cómo se puede eliminar la miopía?
Hay que partir de la base de que la miopía no tiene cura, pero sí se puede corregir este defecto refractivo mediante cirugía láser, Femtolasik. Esta técnica aporta mucha precisión y seguridad en la cirugía.
Aún así la técnica más apropiada para cada paciente dependerá de determinadas características del ojo como la graduación, la edad, el grosor de la córnea, el diámetro de su pupila o la forma de la córnea.
Cuando los pacientes no son aptos para realizar una cirugía láser, tienen muchas dioptrías o no tienen una córnea adecuada se realiza una intervención para implantar lentes ICL. es una alternativa a las intervenciones con láser y consiste en implantar una lente intraocular entre el iris y la lente natural del ojo (Cristalino).
¿Por qué aumentan las intervenciones para corregir la miopía en verano?
La cirugía refractiva experimenta un incremento todos los veranos, llegando a dispararse casi un 30%. Esto se debe a que muchos pacientes tienen más tiempo libre o aprovechan sus vacaciones para realizar la operación.
En otros casos, los pacientes deciden realizarlo en estas fechas porque realizan más actividades al aire libre, como nadar o hacer senderismo, por lo que el uso de gafas o lentillas les resulta incómodo.
Otra razón por la que corrigen su defecto refractivo es por motivos estéticos ya que no se sienten cómodos con las gafas y no quieren utilizar lentillas.
El trabajo también es una razón para tomar la decisión, por ejemplo, aquellos pacientes que van a presentarse a oposiciones durante el curso y un requisito es no presentar defectos refractivos.