El confinamiento ha fomentado el teletrabajo y el ocio digital. Las vídeollamadas, el consumo de televisión, las redes sociales, los libros electrónicos o los videojuegos nos tienen gran parte del día pegados a una pantalla, algo que puede pasar factura a nuestra visión, según alertan diversos expertos en oftalmología.
Los ojos se cansan al tener que mantener el mismo foco de visión durante un tiempo prolongado, por lo que es bastante frecuente que se produzca fatiga visual o el síndrome del ojo seco. A continuación te ofrecemos algunas recomendaciones para cuidar tu salud visual durante la cuarentena.
La importancia del parpadeo
Parpadear es fundamental para mantener la hidratación ocular. Normalmente la frecuencia de parpadeo es de al menos 15 veces por minuto, pero ante las pantallas este número puede reducirse considerablemente, pues una persona puede llegar a estar tan absorta en el contenido de una pantalla que apenas parpadea una vez cada diez segundos. Esto puede producir sequedad ocular y por tanto pérdida de calidad visual, irritaciones e incomodidad.
La consecuencia de renunciar a este parpadeo frecuente supone un mayor riesgo de padecer el síndrome del ojo seco, una alteración de la superficie ocular que se origina por la falta de producción de lágrima o por una lágrima de poca calidad que se evapora rápidamente. Los síntomas que puede causar esta situación implican: molestias oculares, sensación de arenilla, ojo rojo, dolor leve, alteración en la calidad visual, necesidad de parpadear o descansar para ver bien… El uso de una lágrima artificial de manera periódica puede mejorar todos estos síntomas.
Evitar los reflejos en la pantalla del ordenador
Los reflejos en la pantalla del ordenador también pueden causar fatiga ocular. A la hora de buscar el mejor lugar para una jornada de teletrabajo, hay que tener en cuenta que las las fuentes de luz próximas, como las ventanas, no provoquen deslumbramiento directo ni reflejos en la pantalla. Teniendo esto en cuenta, la pantalla debería situarse perpendicular a la entrada de luz a través de ventanas. Si esto no fuera posible, podemos atenuar la luz que entra mediante las persianas o cortinas a fin de evitar excesivos contrastes y reflejos en la pantalla mientras trabajamos.
Mantener una distancia adecuada a la pantalla
Debemos evitar ponernos muy cerca de la pantalla. En el caso del móvil o las tabletas, deberíamos mirarlos como mínimo a 35 centímetros de distancia, porque sino estaríamos haciendo un esfuerzo excesivo en la convergencia y de enfoque de los ojos.
En lo que respecta a las pantallas de ordenador, la distancia visual óptima debería ser entre 40 y 50 centímetros para portátiles y entre 60 y 70 cm para ordenadores de sobremesa. Si trabajamos demasiado cerca de la pantalla obligaremos a nuestros ojos a un esfuerzo excesivo, lo cual puede provocar tensiones visuales innecesarias.
La inclinación de la pantalla
Es recomendable colocar la pantalla de nuestro ordenador ligeramente inclinada (unos 20 grados) y por debajo de la altura de los ojos, ya que la musculatura que mueve los ojos está diseñada para converger cuando bajamos la vista al mirar de cerca. Además, al bajar la vista, la parte superior de los ojos queda cubierta por los párpados, por lo que la lágrima se evapora menos y los ojos se resecan menos.
No estar a oscuras
No es recomendable para nuestra salud visual mirar las pantallas a oscuras, pues es necesario mantener el estímulo de la visión periférica, y para ello, es importante mantener la luz ambiente.
¿Conoces la regla 20-20-20?
Se trata de una técnica muy sencilla por la que tras cada 20 minutos de actividad visual en distancias cortas, se debe descansar y mirar fuera del escritorio durante 20 segundos, y enfocar algo que se encuentre a unos 20 pies de distancia, es decir, a unos 6 metros. Con esta acción, conseguimos que los ojos no estén enfocando en distancias cortas durante tanto tiempo, alterando su distancia focal y permitiendo su descanso.
¿Necesitas gafas? Úsalas.
Los oftalmólogos recomiendan no forzar la vista, usando gafas con la graduación adecuada en caso de que se necesiten.
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