El astigmatismo es el tercer problema de visión más frecuente en los españoles, por detrás de la miopía y la presbicia. Muchos de los adultos que tienen astigmatismo lo desarrollaron en la infancia o durante la adolescencia, debido al alto componente hereditario que tiene este defecto de refracción.
Los niños con astigmatismo ven borroso porque no se refracta bien la luz en el ojo y las imágenes no se enfocan correctamente en la retina.
Pero, ¿por qué se produce? ¿Cómo afecta a los niños? ¿Cuál es su tratamiento? En Vithas Eurocanarias hemos elaborado este blog en el que resolveremos todas tus dudas. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es el astigmatismo infantil?
El astigmatismo aparece cuando la superficie de la córnea es irregular y no permite el correcto enfoque de los objetos.
Esto se debe a que la córnea adquiere una forma ovalada que dificulta la entrada de luz y no se realiza adecuadamente la refracción de los objetos en la retina.
Es decir, los rayos de luz no llegan a la retina de manera uniforme, sino que proceden de varios puntos y se generan imágenes diferentes en los distintos puntos de foco.
Este fenómeno distorsionado de la visión puede surgir en la etapa de crecimiento ocular y se conoce como emetropización. A medida que aumenta el diámetro y el radio del globo ocular también puede corregirse el defecto refractivo en los dos primeros años de vida.
¿Cómo ven los niños con astigmatismo?
Los niños con astigmatismo ven los objetos distorsionados desde cualquier distancia. Por lo general, este defecto refractivo está asociado a la miopía infantil, a una agudeza visual baja y a síntomas de cansancio visual (astenopia visual).
Además, los estudios han demostrado que los niños con astigmatismo no diagnosticado ni tratado tienen bajo rendimiento escolar. Esto se debe a que deben hacer un mayor esfuerzo para enfocar los objetos, imágenes, para leer la pizarra… lo que les genera dolores de cabeza y molestias oculares.
La genética, principal causa del desarrollo del astigmatismo en la infancia
La principal causa por la que aparece el astigmatismo en niños es la genética, es decir, los niños de padres con astigmatismo tienen mayor posibilidad de manifestar astigmatismo congénito.
No obstante, existen otros factores que pueden incrementar la probabilidad de tener astigmatismo infantil. Estos condicionantes son:
- Miopía. Si el menor padece otro error de refracción aumenta la posibilidad de que también se genere astigmatismo.
- Hipermetropía. Produce el efecto contrario a la miopía y su presencia también hace más posible el astigmatismo.
- Fumar en el embarazo. Diversos estudios han demostrado la existencia de una relación entre el tabaquismo materno en la gestación y el astigmatismo del niño después del parto.
Síntomas que avisan de astigmatismo en los niños
Como comentábamos, es muy importante diagnosticar el astigmatismo a una edad temprana porque este defecto suele presentarse junto a otros como la miopía o la hipermetropía.
Aquí te indicamos seis síntomas comunes que alertan del desarrollo de astigmatismo infantil:
- Sensibilidad a la luz. Los niños con astigmatismo presentan dificultades para filtrar la luz, de manera que la luz parece borrosa, con rayas y mucho resplandor, por lo que se complica el enfoque.
- Cerrar un ojo o entrecerrar los ojos y movimientos de cabeza. En los niños con la edad necesaria para intentar sus propias técnicas de corrección de la visión, es común que se tapen un ojo para intentar enfocar. Además, suelen inclinar la cabeza hacia un lado y esta señal también indica que están probando cómo corregir su visión borrosa.
- Frotarse los ojos. Este comportamiento es síntoma de ojos cansados y suelen hacerlo mientras el niño concentra su visión.
- Colocarse demasiado cerca de la pantalla o del libro. La luz de la pantalla o la letra pequeña de un libro pueden resultar borrosas para un niño con astigmatismo, así que el menor piensa que acercarse más será útil.
- Dolor de cabeza. Debido a los esfuerzos para intentar ver mejor.
- Parpadeo constante. En busca de conseguir un mejor enfoque del objeto.
Astigmatismo infantil, ¿desaparece por sí mismo?
Se estima que alrededor del 23% de los bebés padecen astigmatismo en el primer año de vida y este defecto de refracción se corrige por sí solo, disminuyendo el porcentaje a un 9% cerca de los 5 a 6 años.
Pese a que es común que el astigmatismo desparezca por sí solo en el primer año del niño, es importante revisar la visión del menor desde que se detecten los primeros síntomas. Puesto que, incluso en los casos más leves, se debe controlar el cambio de la visión por si fuera necesaria la toma de medidas correctivas.
Diagnóstico del astigmatismo infantil
El diagnóstico de los defectos de refracción siempre debe realizarlo un especialista en oftalmología pediátrica. Lo más habitual es que el pediatra derive al menor a la consulta del oftalmólogo si sospecha de la presencia de algún defecto ocular en las revisiones pediátricas.
Para el diagnóstico del astigmatismo se realizan diferentes exámenes visuales a través del uso de los mismos dispositivos que detectan la miopía y la hipermetropía.
Una de estas pruebas se denominada retinoscopia y consiste en la colocación de varias lentes entre el ojo y la luz que alumbra. El paciente observa optotipos (objetos, dibujos y letras) que deben ubicarse a cinco metros de distancia del menor y en un ambiente con condiciones de buena iluminación.
Asimismo, el oftalmólogo puede efectuar la administración de colirios para provocar la parálisis medicamentosa del sistema de acomodación ocular y realizar el examen de esquiascopía, indicado para la medición objetiva de la refracción.
Cabe destacar que en la actualidad se practican métodos más avanzados para examinar el astigmatismo con mayor precisión y exactitud, ya que se utilizan aparatos automatizados.
Si el astigmatismo no se corrige puede causar ojo vago
El astigmatismo infantil sin la detección temprana y la adecuada corrección puede generar ambliopía u ojo vago en el futuro. Es decir, un ojo no se ha desarrollado correctamente durante la infancia y como consecuencia tiene menor visión que el otro ojo.
Por tanto, se aconsejan las revisiones periódicas con el oftalmólogo para la detección precoz del astigmatismo y su posterior tratamiento. En general, los niños a partir de los tres años requieren de un examen completo de la agudeza visual, refracción, oftalmometría, motilidad ocular y fondo de ojo.
¿Cómo se corrige el astigmatismo en los niños?
Los niños con leves dioptrías de astigmatismo no suelen requerir de una corrección del defecto refractivo.
El astigmatismo en la infancia se corrige haciendo uso de gafas correctamente graduadas. A medida que el niño crece se realiza un control de las dioptrías por si fuera necesario aumentar o disminuir las mismas en los cristales de las gafas.