Los párpados nos ayudan a proteger nuestros ojos ya que al parpadear los humedece y así limpia el ojo de sustancias externas. Además, cubre los ojos cuando dormimos, los protege de la luz y evita que entren en el interior del ojo elementos o cuerpos extraños.
Sin embargo, los párpados también pueden sufrir infecciones o inflamaciones que pueden afectar a nuestra visión. Aquí resumimos algunos de los más frecuentes.
¿Qué ocurre si los párpados no cierran bien?
Cada minuto podemos parpadear entre 5 y 7 veces, lo que se llega a traducir en unos 20.000 parpadeos al día. Algunas personas no pueden cerrar totalmente los párpados por lo que el ojo está más expuesto y puede sufrir sequedad ocular, lesiones corneales o de la conjuntiva.
Las causas por las que no podemos cerrar los párpados pueden ser muy variadas, aunque suele darse en personas que han sufrido una parálisis facial, una enfermedad cerebrovascular, tumores o una blefaroplastia no realizada correctamente, entre otras.
Las consecuencias de tener los párpados caídos
Tener los párpados caídos, ya sea por un traumatismo o de manera natural, reduce el campo visual. Cuando la caída es grave llega a tapar la pupila con lo que la visión queda realmente afectada, especialmente si se produce en niños porque la visión no se desarrolla de manera correcta.
La blefaritis no es perceptible a simple vista
La blefaritis afecta al 30% de la población y es una inflamación de los párpados. Se produce en el borde de los parpados donde se encuentran las glándulas de meibomio. Estas glándulas están formadas por grasa que mantiene húmeda la película lagrimal.
Una producción excesiva de esa grasa, un mal uso de cosméticos, el estrés… pueden conllevar que ésta se inflame y produzca blefaritis.
¿Cómo afectan el crecimiento de las pestañas?
Las pestañas, al igual que los párpados, tienen funciones protectoras. Un traumatismo, una cicatrización o infecciones pueden provocar que éstas ya no crezcan correctamente y se orienten directamente al globo ocular en vez de seguir el nacimiento normal al exterior.
Esto genera alteraciones importantes en la salud visual ya que puede erosionar la córnea y afectar a la visión.
Recomendaciones para mantener los párpados en buenas condiciones
Mantener una buena higiene ocular y de las zonas de alrededor es fundamental para evitar inflamaciones o infecciones. Toma nota de estas recomendaciones:
- Los parpados y pestañas impiden la entrada de suciedad en los ojos. Utiliza toallitas o geles especiales para esta zona.
- Eliminar el maquillaje con productos adecuados
- No tocar mucho la superficie del ojo cuando tenemos las manos sucias
- Utilizar gafas de sol para proteger los ojos de agentes externos y evitar que entre suciedad o polvo fácilmente
- Al hacer deporte (ciclismo, esquí…) utilizar el material adecuado para proteger los ojos. Si utilizar gafas es fundamental que estén limpias.