El síndrome de ojo seco se suele relacionar con factores ambientales, polvo en suspensión, baja humedad… Sin embargo, en los últimos años se ha comprobado un aumento de la incidencia de este síndrome en personas que trabajan en oficinas y pasan muchas horas frente a una pantalla o dispositivo electrónico.
Es por ello que se ha empezado a estudiar la relación este el síndrome de ojo seco y el entorno laboral, ya que puede afectar a la productividad.
¿Qué es el síndrome del ojo seco?
En España afecta a casi 5 millones de personas y se trata de una patología crónica de la superficial ocular. Concretamente se caracteriza porque se produce una inflamación por ausencia de una adecuada lubricación del ojo.
Los síntomas del ojo seco
- Irritación
- Ardor
- Sensación de sequedad o de cuerpo extraño
- Lagrimeo
- Visión borrosa
Los sintomas suelen estar más presentes al final del día.
El diagnóstico del ojo seco en Vithas Eurocanarias Instituto Oftalmológico
En la unidad de ojo seco disponemos de profesionales especializados en el diagnóstico y tratamiento del síndrome del ojo seco. Para poder determinar si el paciente tiene o no dicho síndrome se siguen estos pasos:
- Elaboración de la historia clínica
- Realización de pruebas específicas para comprobar la cantidad y calidad de producción de la lágrima
Factores de riesgo para desarrollar el síndrome del ojo seco en el trabajo
Una vez diagnosticado el síndrome de ojo seco nuestro oftalmólogo nos pautará un tratamiento para poder aliviar sus síntomas. Además de ello, es importante que durante la jornada laboral mantengamos bajo control los principales factores de riesgo:
- Edad avanzada
El síndrome de ojo seco, como veíamos anteriormente, se debe a una falta de hidratación del ojo o perdida de la calidad lagrimal. Esto es algo muy común en personas mayores de 40-45 años. Aunque no por ello deja de afectar a personas jóvenes.
- Exposición al sol
Protege tus ojos del sol para evitar que una exposición diaria o continuada afecte a tu salud visual.
- Contaminación
Trabajar en entornos con altos índices de contaminación, por ejemplo, donde se extraen minerales u otros materiales puede ser un riesgo para que desarrollemos ojo seco. También lo son los entornos con un uso excesivo tanto del aire acondicionado como de la calefacción.
- Lectura en ordenadores
Sin duda este es uno de los principales factores de riesgo. Los oftalmólogos recomiendan tener en cuenta la luz que emiten las pantallas, la iluminación de la oficina y el tiempo que pasamos frente a ellas.