Cuando la parte blanca del ojo pierde su color y se torna amarillento estamos ante lo que se conoce como ictericia, que también puede afectar a la piel.
Es muy común que bebes sanos nazcan con ictericia aunque suele desaparecer por sí misma en unas semanas. Esto se debe a una acumulación de bilirrubina en sangre, que suele producirse a partir de segundo o tercer día de vida, ya que el hígado del recién nacido está empezando a funcionar correctamente.
Aunque, por lo general, se asocia la ictericia con bebés recién nacidos también puede darse en adultos. En estos casos la ictericia puede aparecer por múltiples causas y debe ser tratada lo antes posible.
Las principales causas de la ictericia en adultos
La ictericia aparece debido a un error en la eliminación de la bilirrubina. Cuando el exceso de bilirrubina que produce el organismo sobrepasa la cantidad que el hígado puede eliminar, ésta se acumula en lo tejidos, ya sea en la piel o en el ojo, por eso adquiere ese tono.
Los ojos amarillos en los adultos son una señal de que existen problemas de salud, algunos de ellos graves. Las más frecuentes son:
- Hepatitis. Esta patología lesiona el hígado que tiene menor capacidad de excretar la bilirrubina hacia las vías biliares.
- Enfermedad hepática alcohólica. Beber alcohol en grandes cantidades durante unos 8-10 años produce lesiones hepáticas.
- Obstrucción de vía biliar debido a un cálculo o un tumor, lo que puede acumular la bilirrubina en la sangre.
- Reacción tóxica a un fármaco que pueden inflamar el hígado o el páncreas afectando al flujo normal de la bilis.
- Exceso de estrés
- Algunos tipos de anemia, como la hemolítica.
¿Cómo se diagnostica y trata la ictericia?
Los especialistas insisten en la importancia de acudir al médico inmediatamente al notar cambios en el color de la piel o de la esclerótica (la zona blanca del ojo). Una vez allí se realiza una exploración física y un análisis de sangre. El tratamiento de la ictericia debe centrarse en el tratamiento de la causa.