La retinopatía diabética es una de las complicaciones que puede tener la diabetes en la salud de quien la padece, además es una de las principales causas de ceguera. Esta enfermedad visual está asociada a un mal control de la diabetes y es clave detectarla a tiempo para poder evitar la pérdida total de visión.
En Canarias se estima que entre un 20-30% de las personas diabéticas desarrollen algún grado de retinopatía diabética. Es por ello que hoy vamos a centrar este artículo en contarte todo sobre esta patología.
Las revisiones oftalmológicas en pacientes diabéticos
Los pacientes con diabetes deben ser muy rigurosos con sus revisiones oftalmológicas anuales, ya que esta patología no presenta síntomas hasta que la lesión es severa. Es por ello que nuestros oftalmólogos recomienda:
- Las personas con diabetes tipo 1 realicen una revisión oftalmológica a los 3-5 años del diagnóstico.
- Las personas con diabetes tipo 2 desde el momento en que se diagnostica la enfermedad.
Después de este primer examen las revisiones se realizarán con la frecuencia que indique el médico, como mínimo una vez al año.
Un buen control de la diabetes es clave
Más de la mitad de las personas con diabetes no llevan un buen control de la misma, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones u otras patologías como retinopatía diabética, cardiopatía isquémica o neuropatías.
Las cuatro etapas de la retinopatía diabética
La enfermedad avanza por diferentes etapas tal y como explicamos a continuación:
- Retinopatía no proliferativa leve.
Es la etapa más temprana de la enfermedad. Es cuando aparecen microaneurismas, pequeñas dilataciones en los vasos sanguíneos de la retina.
- Retinopatía no proliferativa moderada.
Es una etapa más avanzada en la que algunos vasos sanguíneos, encargados de alimentar a la retina, se obstruyen o pierden líquido.
- Retinopatía no proliferativa severa.
En esta tercera fase los vasos sanguíneos están llamativamente más afectados que la vez anterior y es la antesala de la siguiente etapa.
- Retinopatía proliferativa.
Esta es la etapa más avanzada. Las señales enviadas por la retina para alimentarse hacen que aparezcan nuevos vasos sanguíneos, que sueñen ser frágiles y anormales. Estos nuevos vasos crecen en la retina y en la superficie del gel vítreo.
Estos vasos al ser tan frágiles pueden llegar a gotear sangre lo que supone una pérdida severa de la visión, o pueden generar tejido cicatricial produciendo un desprendimiento de retina por tracción.
¿Qué personas tienen más riesgo de desarrollar retinopatía diabética?
La retinopatía diabética es una patología visual que afecta, como bien dice su nombre, a personas con diabetes, ya sea tipo 1 o 2. Los expertos afirman que a partir de los 20 años de diabetes, el 80% van a tener algún grado de retinopatía diabética.
Es por ello que es tan importante que las personas con diabetes realicen un buen control de sus niveles de azúcar en sangre y revisiones oftalmológicas, como mínimo, una vez al año.
El tratamiento para la retinopatía diabética
Existen numerosos tratamientos para la retinopatía diabética. En el Instituto de la Retina establecemos un tratamiento personalizado para cada paciente según sus características oculares y sistémicas y su grado de respuesta.
Algunos de estos tratamientos son: laserterapia focal, panfotocoagulación retiniana con láser, inyecciones intravítreas de antigiogénicos, inyecciones de corticoides, vitrectomía o una combinación de todo ellos.