El cáncer afectará a uno de cada tres hombres y a una de cada cuatro mujeres a lo largo de su vida, según datos del Observatorio del Cáncer AECC. Sin embargo, la detección precoz y los avances científicos y tecnológicos han mejorado la tasa de supervivencia.
Desde Vithas Eurocanarias Instituto Oftalmológicos nos unimos en el Día Mundial contra el Cáncer para recordar la importancia de realizar controles de salud periódicos que permitan detectar precozmente el cáncer o modificar hábitos para reducir el riesgo de desarrollarlo.
No solo debemos realizar chequeos integrales una vez al año, sino también revisar nuestra visión anualmente ya que también podemos desarrollar tumores oftalmológicos (oculares, palpebrales, conjuntivales u orbitarios).
Además, poco se conoce sobre este tipo de tumores, es por ello que hoy centraremos nuestro artículo en darte a conocer todo lo que debes saber sobre los tumores oftalmológicos.
¿Qué son los tumores oculares?
En algún momento de la vida es posible que pueda desarrollarse un tumor ocular en alguno de los tejidos del ojo o en los que lo rodean (párpados, órbita). Esto sucede cuando las células cancerosas comienzan a crecer sin control pudiendo llegar a propagarse a otras zonas del cuerpo (metástasis).
Al igual que ocurre con otros tipos de cáncer, éste puede ser benigno o maligno.
Este tipo de tumor es poco frecuente y son difíciles de diagnosticar, sobre todo cuando están a nivel intraocular. De ahí la importancia de las revisiones oftalmológicas periódicas. Cuanto antes se diagnostiquen, mayor probabilidad de poder salvar la visión.
Pruebas que se realizan para diagnosticar un cáncer oftalmológico
Cuando el oftalmólogo sospecha de un posible tumor oftalmológico podrá solicitar la realización de diferentes pruebas, entre ellas:
- Ecografía para ver los tejidos intraoculares.
- Angiografía. A través de color un contraste en la sangre (por el brazo) se toman imágenes de la vasculatura de la retina.
- Tomografía computarizada. Una prueba que utiliza rayos X para comprobar si el cáncer se ha propagado.
- Radiografías de tórax que permiten comprobar si el cáncer ha llegado a los pulmones.
- Resonancia magnética con el mismo objetivo que las dos pruebas anteriores.
- El médico toma una muestra del tejido para comprobar si existen células cancerosas.
Tumores oculares
Existen diferentes tipos de tumores oculares.
- Los tumores benignos, por lo general, requieren observación aunque en ocasiones también es apropiado extirparlos. Algunos tumores vasculares pueden ser tratados de manera poco invasiva mediante láser o embolización
- Por otro lado, hay tumores malignos como los melanomas o retinoblastomas. En estos casos puede ser necesaria la extirpación del tumor, la aplicación de radioterapia local e incluso la enucleación del ojo.
Melanoma
Hay tres aspectos a destacar de este tipo de tumor:
- Probablemente sea el más maligno.
- Aparece predominantemente en personas de mediana edad o mayores.
- En ocasiones puede extenderse a otras zonas del cuerpo (metástasis).
El tratamiento del mismo consiste en cirugía, radiación, quimioterapia y/o extirpación del ojo
Retinoblastoma
El retinoblastoma es un tumor raro, que viene determinado por la genética del paciente. Su presentación más frecuente es en la infancia.
La detección precoz es fundamental para comenzar el tratamiento que se basará en cirugía combinada con radio y/o quimioterapia.
Al ser un tipo de tumor con gran componente genético, es fundamental que en caso de que algún familiar lo haya desarrollado el resto de la familia realice revisiones oftalmológicas frecuentes.
Tumores de los párpados
Los tumores palpebrales son frecuentes. Se caracterizan por la aparición de un bulto, inflamación u otra irregularidad que puede llevar a confusión, pudiendo el paciente entender que se trate de un orzuelo o chalacion.
La mayoría de estos tumores son benignos, sin embargo, los malignos tienen una capacidad de diseminación muy rápida. Para determinar su benignidad o malignidad los especialistas realizan una biopsia y analizan el tejido con el microscopio. Con el resultado de la misma se determinará su extirpación parcial o total.
La exposición solar en el cáncer de párpados
Una excesiva exposición al sol puede dañar diferentes estructuras oculares: párpados, conjuntiva, córnea, cristalino y retina. De hecho, puede ocasionar una degeneración en la piel de los párpados relacionada con la aparición de lesiones tumorales en los mismos.
En los últimos años se ha producido un incremento de un 4,5% en la prevalencia del cáncer de piel, siendo los párpados una de las zonas donde más aparece (suponen el 10% de los tumores de piel).
Protege tus ojos a diario utilizando unas gafas de sol adecuadas y evita exponerte al sol en las horas centrales del día.
Tumores conjuntivales
La conjuntiva es una membrana casi transparente que recubre la parte blanca del ojo y en ella también pueden aparecer células cancerígenas. Por lo general, las lesiones que alertan de un tumor son pequeñas áreas sobreelevadas, muchas veces con vasos sanguíneos, que cambian su tamaño y/o forma con el paso del tiempo.
En estos casos es difícil diferenciar si es maligno o no, de ahí la importancia de que el oftalmólogo valore si requiere seguimiento, biopsia o extirpación.
Tumores en la órbita del ojo
La órbita es la estructura ósea que rodea y protege al globo ocular, y también existen tumores que se puedan localizar en ella. Aunque no son muy frecuentes, pueden provocar el desplazamiento del globo ocular y disminuir la visión o causar visión doble.
Dependiendo del tipo y extensión del tumor el tratamiento puede requerir radioterapia y/o cirugía.
¿Los tumores oftalmológicos se pueden prevenir?
En muchas ocasiones no se puede prevenir el desarrollo de un cáncer oftalmológico, pero sí podemos implementar hábitos saludables en nuestro día a día para reducir el riesgo de padecerlos:
- Protege tus ojos de la exposición solar, especialmente en las horas centrales del día.
- Los rayos UV son especialmente dañinos. Usa siempre gafas de sol certificadas, con buena protección UV, homologadas. No dudes en añadir una gorra o sombrero.
- Sigue una alimentación equilibrada y saludable.
- Evita el tabaco.
- Realiza revisiones periódicas cada 1 o 2 años, sobre todo después de los 40 años o si hay antecedentes familiares de cáncer ocular.