En las Islas Canarias son muy frecuentes las calimas, es decir, la entrada de polvo sahariano que cubre el cielo de las islas y empeora los índices de calidad del aire. Se caracteriza por la presencia de partículas de polvo y arena en suspensión que enturbian el ambiente y pueden tener consecuencias en nuestra salud en general y, especialmente, sobre nuestra salud visual.
Desde Vithas Eurocanarias Instituto Oftalmológico creemos que lo más importante es tomar medidas para prevenir los efectos negativos de la calima sobre nuestra salud.
La calima afecta a nuestra salud
Los efectos que tiene la calima o polvo en suspensión sobre la salud son notables. Los más frecuentes están relacionados con problemas respiratorios e irritación de las mucosas (obstrucción nasal, tos, etc.).
También es frecuente el picor e irritación en los ojos, especialmente cuando vivimos episodios de calima densa y persistente.
Si esta calima densa se mantiene en el tiempo comienzan a aparecer cuadros de broncoespasmos, dolor torácico y asma.
Ojos irritados, una de las consecuencias más comunes de la calima
Tal y como mencionábamos anteriormente, una de las consecuencias en nuestra salud durante los días de calima es la irritación o picor en los ojos. Esto es aún más frecuente en personas que deben trabajar a diario en la calle o están mucho tiempo expuestas a la calima.
Para reducir la irritación o mejorar los síntomas oculares los oftalmólogos de Vithas Eurocanarias Instituto Oftalmológico recomiendan:
- Realizar lavados oculares con suero fisiológico.
- Usar frecuentemente lubricantes/lágrimas artificiales.
- Evitar rascar los ojos en caso de picor ya que se puede dañar la superficie ocular.
- Si no remite, se debe acudir a la consulta de urgencias oftalmológicas.
Estas recomendaciones son aún más importantes ante pacientes ya diagnosticados de enfermedades de la superficie ocular (queratitis, queratocono, úlceras, etc.) o recién operados.
¿Cómo prevenir los efectos negativos de la calima sobre nuestra salud?
La prevención es importante para reducir o evitar los daños que la calima puede tener en nuestra salud. Por ello, se recomienda, especialmente a la población de riesgo:
- Mantener las ventanas cerradas en casa.
- Utilizar mascarillas en el exterior.
- No realizar ejercicio físico al aire libre.
- Beber abundante agua.
- Utilizar lágrimas artificiales para limpiar e hidratar los ojos.
- Proteger los ojos con gafas de sol o de vista.
Ante cualquier efecto grave durante la calima es importante acudir al médico lo antes posible.