La miopía es un defecto de refracción del que todos hemos oído hablar o puede que incluso lo tengamos, por lo que hay bastante información al respecto. Sin embargo, el desarrollo de la miopía en los niños genera muchas dudas, especialmente en los padres. ¿Cuándo debe ir a la revisión oftalmológica? ¿Qué pasa si mi hijo tiene miopía? ¿Se va a corregir con el paso de los años? ¿Qué tratamiento seguir? ¡y muchas otras!
Por ello, a continuación, te vamos a resumir los 5 aspectos que debes conocer sobre la miopía en niños.
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La miopía no es una enfermedad
La miopía no es una enfermedad visual, sino un defecto de refracción. Ocurre cuando el globo ocular del niño es demasiado largo de delante hacia atrás. Esto provoca que, cuando la luz entra en el ojo, los rayos caigan justo por debajo de la retina y los objetos lejanos se vean borrosos.
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Tiene consecuencias a largo plazo si no se diagnostica a tiempo
Sin duda, detectar precozmente la miopía es fundamental para poder frenar su desarrollo y, sobre todo, evitar que en la edad adulta tenga consecuencias para su salud visual.
De hecho, los estudios han reflejado estos datos:
- Un niño de 10-11 años con una miopía leve, tiene una probabilidad del 11% de tener una miopía de 6 dioptrías o más cuando llegue a los 20 años (miopía magna).
- También tiene una probabilidad del 2% de adquirir una discapacidad visual.
- Aumenta el riesgo de desarrollar problemas o patologías oculares como desprendimiento de retina o problema de mácula, glaucoma o cataratas.
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Síntomas que alertan del desarrollo de miopía
En ocasiones vemos que nuestros hijos hacen ciertos gestos de forma frecuente y no damos importancia. Sin embargo, son claros indicativos de que no ve correctamente. Ten en cuenta estos:
- No ve bien la pizarra.
- Entrecierra los ojos para ver mejor.
- Se frota los ojos con frecuencia.
- Manifiesta tener dolor de cabeza habitualmente.
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La edad clave para comenzar el tratamiento
Tal y como comentamos anteriormente, la detección precoz ayuda a frenar la miopía. De hecho, en nuestra clínica recomendamos comenzar las revisiones a partir de los 3-4 años, especialmente cuando alguno de los padres tiene miopía.
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Tratamiento sin cirugía
Una vez detectada la miopía el niño debe utilizar gafas, pero en la Unidad de Control de la Miopía de Vithas Eurocanarias Instituto Oftalmológico contamos, además, con el tratamiento farmacológico con Atropina diluida para controlar la progresión de la miopía.
Consiste en la aplicación de gotas de atropina diluida al 0.01%. Ha demostrado ser muy eficaz y evita efectos secundarios.