Existe en la sociedad una cultura por mantener un físico o una piel joven con el paso de los años. Sin embargo, en muchas ocasiones, el exceso de atención a otros factores reduce el tiempo dedicado al cuidado de los ojos.
El ojo es el órgano que muestra los primeros signos clínicos de envejecimiento como son una mayor rigidez del cristalino, reducción de la lubricación ocular, disminución del tamaño de la pupila y de la sensibilidad de la córnea.
Para mantener la juventud de la vista los especialistas aconsejan seguir una alimentación saludable, evitar ambientes contaminados y utilizar gafas de sol.
La presbicia afecta al 80% de los mayores de 45 años y al 98% de los mayores de 65 años
Las primeras señales de envejecimiento aparecen a partir de los 45 años cuando el ojo comienza a perder la elasticidad del cristalino y la falta de visión de los objetos cercanos, lo que da lugar a la presbicia o vista cansada.
Este es el problema más común relacionado con el envejecimiento ocular y suele verse agravado en personas que ya sufren otros problemas como miopía.
La exposición al sol acelera el envejecimiento ocular
Hay factores que están directamente involucrados en un rápido envejecimiento del ojo, como la exposición solar. Las células del cristalino que han sido dañados por el efecto de los rayos ultravioleta no se regeneran, al contrario de lo que puede suceder con las células afectadas en la piel.
A largo plazo, esta sobreexposición puede derivar en la aparición temprana de catarata o DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad), ya que la retina también se ve afectada.
Para evitar que el sol produzca daños en los ojos es imprescindible utilizar gafas de sol homologadas y polarizadas, especialmente aquellos que viven en Canarias donde el sol está presente todo el año.
El síndrome del ojo seco ocasionado por la edad
La sequedad ocular o síndrome del ojo seco es otro de los problemas asociados a dicho envejecimiento. Esta afección se caracteriza por una disminución de las lágrimas.
Las más afectadas suelen ser las mujeres, ya que sufren mayores cambios hormonales, especialmente a partir de los 40-45 años.
¿Y una vez que aparece qué se puede hacer?
En primer lugar se deben realizar revisiones oftalmológicas periódicas, sobretodo a partir de los 40 años, ya que es fundamental para prevenir los problemas asociados a este envejecimiento.
Una vez que han aparecido los problemas más frecuentes, es decir, la presbicia o la catarata, se pueden tratar quirúrgicamente. En la intervención se puede aplicar diferentes técnicas, ya sea la cirugía con láser o mediante la implantación de lentes intraoculares.
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