La Degeneración Macular asociada a la edad (DMAE) es la causa más importante de ceguera por encima de los 65 años. Esta enfermedad es una forma de envejecimiento de la retina predispuesta genéticamente.
Tipos de Degeneración Macular asociada a la edad
La DMAE es la principal enfermedad que afecta a la mácula de los pacientes mayores y se clasifica en dos formas: la seca y la húmeda.
La forma seca se caracteriza sobre todo por la existencia de drusas (depósitos de desecho por envejecimiento celular), es la forma más benigna y la más frecuente (90% de los casos) pudiendo no dar síntomas inicialmente.
La forma húmeda o grave de la enfermedad, que se produce en un 10% de los casos, se caracteriza por la presencia de vasos, suero o sangre detrás de la retina que ocasiona una pérdida brusca e importante de la visión central, o bien ocasiona deformidad de las imágenes percibidas.
¿Por qué aparece la DMAE?
Debemos considerar esta enfermedad como una forma de envejecimiento de la retina predispuesta genéticamente, ante la cual no podemos actuar.
Pero sí se puede actuar sobre otros factores que sí son modificables y que empeoran la situación, como el hábito tabáquico, la hipertensión arterial, las dislipemias o la exposición prolongada a la luz solar. Además, existen test genéticos que nos permite también saber el riesgo futuro de desarrollar la enfermedad.
Muchos pacientes no perciben el problema hasta que se tapan el ojo sano, hacen una revisión de rutina o bien presentan daño en ambos ojos, lo cual sucede en el 40% de los pacientes a los 5 años del diagnóstico de DMAE húmeda del primer ojo. Cuando el daño es avanzado los tratamientos disponibles no consiguen mejorar la visión o la recuperación es muy limitada.
Tratamientos en casos de Degeneración Macular asociada a la edad
Es muy importante realizar un diagnóstico y tratamiento en fases precoces de la DMAE húmeda para conseguir el mejor resultado posible.
En determinadas formas de DMAE seca es recomendable el uso de vitaminas antioxidantes, sobre todo si ha existido una DMAE húmeda en el ojo contralateral.
En las formas de DMAE húmeda es importante iniciar tratamiento con los antiangiogénicos intraoculares, siendo el aflibercept (eylea) o ranibizumab (lucentis) los más empleados.
Es posible apreciar mejoría rápida de la visión tras las primeras inyecciones, pero es fundamental continuar con las inyecciones el tiempo necesario. Al tratarse de una enfermedad crónica se requiere revisiones y a veces tratamientos de forma permanente.
Cada paciente puede presentar una respuesta diferente al tratamiento, que depende también de factores genéticos, del tamaño de la lesión y de determinados subtipos de DMAE húmeda.
El objetivo es establecer un tratamiento lo más personalizado posible para conseguir el mejor resultado anatómico y funcional con el menor número de inyecciones.